ESA
DELGADA LÍNEA LLAMADA RESPETO
Artículo para el
portal: EnlazaDOS en Venezuela.
POR: YADYRA DE
PAZ Y MIÑO
COACH DE MARCA
PERSONAL
Hoy no voy a hablar de mi, tampoco voy a hablar de ti. Hoy voy a hablar de una delgada línea
invisible, impalpable e imaginaria que hay entre tu y yo y se llama: Respeto.
Recibo una llamada a las 10:30 de la noche, la persona que me
habla está enfadada, reclama molesta algo que le parece un atrevimiento; en
principio no logro comprender bien lo que dice, estaba por quedarme dormida y
esta llamada me inquieta, podría responder en su mismo tono, hacerlo callar o
tal vez simplemente cerrar el teléfono y volver a conciliar mi sueño, pero no;
decido escucharlo atentamente, dejar que sus argumentos cumplan la función que
provocó la llamada, ponerme en su lugar y comprender su molestia, trato de poner
atención a lo que me dice; me ha tomado de buen lado o tal vez estaba medio
dormida… Cuando termina de argüir se da cuenta que no he replicado, entonces
intenta meterme en su angustia buscando frases involucradoras ¿te das cuenta?, ¿me entiendes ahora?, ¡¿te
exijo que hagas algo?!; es el momento de exponer mi punto, me ha dado el
espacio para hacerlo…
Este ejemplo tan común pone en evidencia que tan pronto alguien
cruza esa delgada línea que divide “tus derechos de los míos”, nos sentimos
invadidos, afectados, ofendidos y reclamamos con todo nuestro derecho, abierta
y agresivamente pensando sólo de manera unilateral. Sucede en todo nivel, desde una discusión en
pareja, un enfado en la oficina, hasta una disputa de poderes de Estado con
declaraciones de guerra; somos seres emocionales, las emociones ciegan nuestro
entendimiento.
Si yo hubiese actuado igual, estoy segura que el problema se
elevaba a otros términos y, en mi condición de coach debo manejar el auto
control y el entendimiento, cualidades que no siempre se presentan en un
individuo. Si ha buscado mi intervención
es un punto a favor, significa que busca solución intermediadora a algo que no
puede resolver por sí mismo, así que voy a los hechos reales, desconecto las
emociones intermedias, acepto lo que es tangible y busco solución que involucre
acciones concretas:
En cada escenario cabe analizar: ¿Hasta dónde se extienden MIS
derechos en esto que está sucediendo y desde dónde comienzan los TUYOS? Si de
plano no los conocemos, el simple hecho de cruzar esa línea nos ubicará de una
manera no muy agradable de nuevo en nuestro cuadrante y si los conocemos y los
ignoramos, la situación se agravará con consecuencias desastrosas, ¿era eso lo que buscábamos?
Pretender ganar Respeto sin aplicar la tolerancia y aceptación de
los derechos de los demás es conseguir exactamente lo opuesto; hay quien piensa
que impone respeto agrediendo a los demás, alzando el tono de voz, o que el respeto
está en el poder económico o en el tamaño del cargo empresarial o de gobierno;
nada más lejano que eso.
El desafío está en encontrar en cada momento y en cada persona, esa
delgada línea que nos divide, conocerla, aceptarla, respetarla y de paso aplicar
el entendimiento y la tolerancia; reconocer que si tu tienes derechos, yo
también los tengo; que tu momento no es el mismo mío; que tus circunstancias no
son iguales a las mías; que tenemos puntos de vista divergentes; que tú y yo
somos seres distintos y por lo tanto valiosos; que si yo puedo controlar mis
palabras y mis acciones, también lo puedes hacer tú; y en honor al respeto que
nos merecemos mutuamente, incluso es posible que en este intercambio,
aprendamos algo nuevo y nos dignifiquemos
los dos.
Vamos: trabajemos por solidificar el Respeto, comenzando por uno
mismo.
Un abrazo
Lic. Yadyra de Paz y Miño
Coach de Marca Personal
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